Accesos a Bilbao por San Mamés

La puerta de entrada y salida de la capital vizcaína más utilizada por conductores y conductoras.

La construcción de los nuevos accesos a Bilbao por San Mamés se desarrolló a lo largo de cuatro años y medio de obras y una inversión de 215 millones de euros. La apertura de las nuevas entradas y salidas de la capital vizcaína tuvo lugar a primera hora de la mañana del sábado 18 de mayo de 2013.

La infraestructura está compuesta por cuatro falsos túneles, de 110 a 340 metros de longitud (Santa Ana, Santiago, San Nicolás y Bentazarra); cuatro viaductos, entre 57 y 323 metros, y un túnel en mina excavado bajo Altamira, con una longitud de 351 metros.

La remodelación de los accesos a Bilbao supuso un gran reto técnico y humano, con la dificultad añadida del mantenimiento de la circulación en el tronco de la A-8 durante el desarrollo de las obras. El soterramiento de esta infraestructura a su paso por el barrio de Lezeaga, para permitir la unión con Bentazarra y Altamira, ha facilitado la liberación de decenas de miles de metros cuadrados para nuevos usos urbanos, al igual que en la Avenida de Sabino Arana tras la desaparición de los viaductos.

Los nuevos accesos a Bilbao por San Mames se han convertido desde su apertura en la puerta de entrada y salida de la capital vizcaína más utilizada por conductores y conductoras.

Han impulsado la redistribución del tráfico de automóviles a través del conjunto de accesos a la capital vizcaína.

Su construcción fue el paso previo al derribo de los viaductos de Sabino Arana, puerta principal de entrada a la capital durante cuarenta años.

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